La mejor rutina facial para la piel grasa

Conocer el tipo de piel que tienes es fundamental para cuidarla adecuadamente.

La piel grasa es fácil de reconocer: su principal rasgo es el brillo. A simple vista, son pieles cetrinas, con mucho brillo, asfixiadas, de poro dilatado y con eventuales imperfecciones.

La piel grasa se asocia con la adolescencia, sin embargo, también es muy habitual en la edad adulta.

Este tipo de piel es más propensa a padecer acné y aunque en su aparición, influyen diversos factores (hormonas, estrés, alimentación, …) el uso de productos adecuados para el cuidado de la piel es clave.

Además, la piel va cambiando conforme pasan los años, así que puede ser que antes tuvieras la piel grasa y ahora la tengas mixta. Es decir, tienes una zona T (frente, nariz y barbilla) más grasa que la zona de las mejillas.

Por eso queremos explicarte una rutina facial específica en la que sobre todo predomine una buena limpieza y los principios activos adecuados.

Pero antes conoce a tu piel un poco más.

La piel grasa suele estar mejor por la mañana, pero a medida que avanza el día, se vuelve más y más brillante.

Se crea un círculo vicioso en este tipo de piel. El exceso de sebo crea una piel completamente desequilibrada, en la que las bacterias encuentran un lugar perfecto para quedarse. A medida que llegan, las imperfecciones se multiplican, los puntos blancos se manifiestan y se irrita la piel. Por eso, las personas con piel grasa también tienden a tener manchas.

CAUSAS COMUNES DE LA PIEL GRASA

Hormonas

Los cambios hormonales pueden estimular un exceso de producción de sebo. Las hormonas fluctúan durante la pubertad, antes del periodo, durante el embarazo y en la menopausia. El estrés o las enfermedades pueden causar un desequilibrio hormonal que da como resultado una piel grasa.

Alimentación

Consumir una cantidad excesiva de ácidos grasos trans, carbohidratos procesados y azúcares puede provocar acné. Seguir una dieta equilibrada con alimentos naturales no es solo beneficioso para tu piel, también lo es para tu salud en general.

Clima

El clima cálido y húmedo puede estimular la producción de sebo, por lo que la piel tiende a ser más grasa en los meses de verano.

Genética

Mucha gente simplemente nace con tendencia a producir más sebo. El inconveniente de la piel grasa. La ventaja, no obstante, es que tu piel es más gruesa y tiene menos tendencia a desarrollar arrugas 😉

Sobrelimpieza

Cuanto más exfolias y eliminas el sebo natural de tu piel, más grasa se produce para intentar restablecer un equilibrio

Cosméticos

Los maquillajes con base grasa obstruyen los poros, aportan un efecto brillante y pueden causar acné. Los productos agresivos pueden dañar la piel, provocando una mayor producción de sebo

Medicación

Algunos medicamentos con prescripción causan deshidratación por lo que la piel produce más grasa para compensar esta carencia.

CÓMO CUIDAR LA PIEL GRASA

La limpieza: la piedra angular

La limpieza de la piel grasa es el primer paso para una piel sana.

En el caso de los adolescentes, todos sabemos que pueden pasarse horas en el baño… ¡pero no necesariamente para la lavarse la cara! 

En edades complicadas y tempranas en las que los cambios hormonales proliferan y el cuidado de la piel no es la prioridad, es necesario educar a los adolescentes en el hábito de la higiene, para evitar futuros problemas de autoestima derivados del empeoramiento del acné.

¿Por qué es tan importante la limpieza en una piel grasa? Porque es el inicio de todo el proceso.

Las glándulas sebáceas son las encargadas de la producción de sebo y no sirve de nada intentar tener una piel sin imperfecciones o aplicar productos para tratar los puntos negros si la piel no está limpia. ¡No funcionará!

La piel grasa segrega un exceso de sebo que bloquea los poros. Y pueden convertirse en manchas si proliferan las bacterias. 

Solo con una rigurosa higiene diaria se romperá el círculo vicioso.

Por la mañana y por la noche la piel se ensucia de forma natural, con sudor, sebo, piel muerta, bacterias, maquillaje, protector solar, polvo y partículas contaminantes que se adhieren a la superficie. 

La limpieza dos veces al día es la única manera de eliminar todas estas impurezas que se acumulan. De lo contrario, la piel se sofoca, los poros se bloquean y el acné aparece.

Incluso por la mañana, un simple enjuague con agua no es suficiente para eliminar las impurezas que se depositan en la piel durante la noche.

La rutina de limpieza necesita eliminar todos los residuos sin dañar ni irritar la piel.

La idea es mantener la película hidrolipídica que protege la piel y mantener los niveles fisiológicos de pH. Porque un pH demasiado básico es el huésped perfecto para las bacterias y el acné.

Organic powder cleanser es la mejor opción. Un limpiador 99% activos naturales seleccionados por su alta eficacia. 

Gracias a su valor añadido de postbióticos y prebióticos equilibra la microbiota de la piel para controlar las bacterias que producen el acné sin eliminar las bacterias saludables que contribuyen a una piel sana. Todo ello sin resecar, ni ser astringente para no crear efecto rebote.

A la vez que estimula el sistema inmunitario de la piel para que tenga mayor capacidad de repuesta frente a las alteraciones causadas por las bacterias, se reduzca la inflamación y la rojez.

Piensa además, que aunque el ejercicio es bueno para la piel, la piel muerta, las células, las bacterias y la suciedad pueden acumularse mientras practicas ejercicio originando “imperfecciones de entrenamiento”.

Elimina el maquillaje antes de hacer deporte, y limpia tu rostro después.

Y sé cuidadoso con tu piel. Cuando tenemos la piel grasa, sentimos la tentación de pasarle un buen exfoliante jabonoso. Pero ¡no lo hagas!

Hidratación: ¡siempre sí!

Uno de los mayores errores es pensar que como tenemos la piel grasa no hace falta utilizar cremas o hidratar. Pero ¡no hay error más garrafal!

La hidratación es un aspecto diferente a la grasa. De hecho, son dos de los pilares básicos para tener el ecosistema de la piel equilibrado y ambos deben ser los niveles correctos de agua y de lípidos respectivamente.

No obstante, el miedo a aportar grasa en exceso lleva a muchas personas a no usar crema hidratante.

El secreto es aplicar el producto adecuado. 

Hay que utilizar productos que aporten a la piel el agua de la que está desprovista y ayude a que no se pierda la producida por ella misma.

Cremas ligeras de texturas cremi-gel o gel libres de aceites/lípidos, es decir que no sean grasos, con texturas fluidas.

Incluso se pueden utilizar serums hidratantes de ácido hialurónico.

Nuestros dos productos recomendados porque cumplen todos los requisitos son:

Ultimate serum

  • Ácido hialurónico formulado con tres pesos moleculares para aportar la mayor hidratación tanto a nivel superficial como para estimular la propia síntesis de este ácido de manera natural.
  • Niacinamida, el entrenador personal para una piel grasa ya que controla la inflamación, la rojez y aporta actividad seboreguladora. Además de evitar la hiperpigmentación que puede dejar las marcas residuales de las imperfecciones.
  • AHA natural. Este renovador celular promueve la retirada de células muertas que pueden obstruir poros y folículos sin la acción mecánica tan perjudicial en la piel grasa, ya que puede extender la infección a zonas de piel sana con el movimiento de los exfoliantes mecánicos.

Absolute defense cream

  • Patch H20 aporta una hidratación excepcional sin aportar grasa y de manera duradera y mantenida
  • Niacinamida que además regala a este tipo de pieles más cetrinas una luminosidad superior.

Protector solar adecuado cada día

Protegerse del sol es una obligación para mantener la salud de la piel en perfectas condiciones sea cual sea tu tipo de piel. Evita el fotoenvejecimiento, las quemaduras y en el caso de las pieles grasas todavía con mayor importancia, evitar posibles marcas residuales (manchas) como consecuencia de la incidencia del sol en las cicatrices de las imperfecciones.

Si en las pieles grasas ya es habitual el “no uso crema hidratante porque mi piel es grasa” otra idea recurrente es “no me aplico protector solar a diario porque engrasa mi piel”.

Las leyendas urbanas han hecho un flaco favor al cuidado de la piel.

La solución parte de encontrar un protector solar que se adapte a las necesidades de nuestra piel. 

Utiliza protectores solares de amplio espectro, ligeros de rápida absorción, no grasos y específicos para el rostro.

Es vital que la piel esté perfectamente limpia, ya que un rostro libre de células muertas será clave para la oxigenación del tejido, el destaponamiento de los poros y la correcta penetración del protector solar en nuestro cutis sin provocar una obstrucción que produzca imperfecciones.

Si utilizamos protectores solares muy cargados de filtros físicos pueden tener el inconveniente de taponar los poros y dar lugar a comedones por obstrucción del canal pilosebáceo.

Pero hoy en día hay protectores solares que son auténticas virguerías en cuanto a texturas.

Factores con filtro físico combinado con otros oil free, de textura ligera y no grasa.

No hay excusa para no encontrar tu fórmula perfecta.

¿Es cierto que las pieles grasas envejecen más tarde?

En las pieles grasas podemos hablar de un envejecimiento menos marcado. Esto no significa que no note el paso del tiempo, pero las arrugas se hacen menos patentes, son más tardías y menos marcadas gracias a los lípidos/grasas que de manera natural tienen este tipo de pieles y que contribuyen a que esté más elástica. 

Pero tienen una mayor tendencia a la flacidez.

Es la piel común y, en ocasiones, la más difícil de cuidar. Pero con estas recomendaciones tienes la guía definitiva.

Presume de piel sana y bonita sin excepciones.

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