Errores de belleza que todas cometemos y son fáciles de evitar

Todo debe empezar por crear una rutina de cuidado y mantenerla en el tiempo adaptándola a cada tipo de piel y sus necesidades. 

Sin embargo, aunque tengamos a nuestra disposición una amplia gama de productos, cometemos muchos errores en nuestros hábitos que van a restar toda la efectividad de los tratamientos.

Desde saltarnos el uso diario de SPF u olvidar el contorno de ojos. Y no hablemos de lavar las brochas del maquillaje tan a menudo como deberíamos. O de lavar la funda de la almohada mucho más frecuentemente si tenemos acné.

¿Y si al final resulta que eres tú misma quien sabotea a tu propia piel?

Lo bueno es que la mayoría de estos problemas de belleza tienen fácil solución. No te tortures pensando en lo que haces mal. Si se llaman errores comunes es porque son eso: habituales.

A veces actuamos por intuición o por pereza y es muy probable que nos estemos equivocando y que terminemos pagándolo caro en un futuro. Así que toma nota de lo errores que jamás volverás a cometer. 😉

A partir de ahora tu Skincare será tan perfecto como quieras que tu piel sea.

NO LAVARTE LAS MANOS ANTES DE EMPEZAR TU RUTINA DE BELLEZA

Las manos son las principales receptoras de nuestras bacterias y otros microbios patógenos: cuando nos tapamos la boca al toser, al tocar animales, objetos, manipular el dinero, salir a la calle, etc. Si no nos lavamos las manos antes de tocarnos el rostro toda esta suciedad y gérmenes entrarán en contacto con la piel y pueden generar problemas como el acné u otros desequilibrios.

NO TENER UNA TOALLA EXCLUSIVA PARA EL ROSTRO

¿Usas la misma toalla para la cara que para el cuerpo? ¡Error! ¿Compartes toalla? ¡Error! No tener una toalla solo para tu rostro puede estar arruinando tu rutina facial.

Hay que tener una toalla para la cara y otra para el resto del cuerpo y que sea individualizada. Es decir, cada cual la suya porque cada uno tiene su microflora. 

NO LAVAR LAS TOALLAS A MENUDO

Al estar la mayor parte del tiempo húmedas, las toallas de baño son el perfecto “hogar” para todo tipo de bacterias y hongos. Si los expertos aconsejan cambiar las sábanas una vez a la semana imagínate las toallas. Lo ideal es usar una nueva cada dos días y mantenerla lo más secas como sea posible.

NO LAVARSE EL ROSTRO MAÑANA Y NOCHE

¿Cuántas veces limpias tu rostro?

Limpiarse el rostro mucho o demasiado poco perjudica a tu rutina. 

La limpieza facial es un paso fundamental porque contribuye a la eliminación de las células cutáneas que fisiológicamente se descaman a diario, reduce el exceso de sebo y sudor de la superficie de la piel, elimina aquellas sustancias provenientes de la contaminación ambiental, contribuye a la absorción adecuada de las sustancias aplicadas sobre la piel y contribuye a reforzar la barrera cutánea. 

Razones de peso. Y esta limpieza es imprescindible si te maquillas o no.

Lavarse la cara dos veces al día es el equilibrio perfecto. 

¿Qué es lo primero que aprendes cuando empiezas a cuidar la piel y a seguir los mandamientos beauty? Que el desmaquillado y/o limpieza del rostro es la base de cualquier tratamiento porque por la noche es cuando se produce la regeneración celular. Además, debemos retirar todas las sustancias no deseadas y acumuladas a lo largo del día y aplicar los productos sobre la piel libre de impurezas para mejorar la eficacia.

Y este paso al que muchas veces no le damos la importancia vital que tiene es el santo grial para lucir nuestra piel bonita y resplandeciente.

Ahora bien, por la mañana tenemos que repetir esta limpieza. Y no vale solo agua.

Por la mañana necesitamos este paso para aplicar los productos diarios sobre la piel limpia ya que por la noche la piel realiza muchas funciones vitales mientras dormimos que se traducen en sudor y toxinas que salen a la superficie y además debemos retirar el serum o la crema que aplicamos la noche anterior. 

NO APLICAR PROTECTOR SOLAR LOS 365 DÍAS DEL AÑO

Es bastante común relegar el uso de protector solar al verano, e incluso únicamente a los días más calurosos en la playa, pero lo cierto es que nuestra piel necesita esa protección a diario. 

Y no solo para proteger tu piel de las quemaduras. ¡¡¡El protector solar es tu mejor tratamiento antienvejecimiento!!!

Tu rutina de belleza puede incluir hidratantes, antioxidantes y otros activos, pero si no sumas un fotoprotector, los daños y el fotoenvejeciemiento serán inevitables (y aparecerán mucho más temprano).

Si hay algo que se ha de convertir en un mantra de la belleza es la NECESIDAD (sí, con mayúsculas) de utilizar protector solar diariamente durante todo el año.

Es más, si solo pudieras usar una sola crema al día, esta sería la escogida. 

Aplicando a diario protección solar tenemos casi hecho el 80% de todo lo que hay que hacer para prevenir el envejecimiento.

Es tan esencial porque la radiación ultravioleta es la causa más frecuente de daño cutáneo. No solo produce manchas, lesiones precancerosas y cáncer de piel, sino que el UVA (más penetrante) daña el colágeno y la elastina de la dermis lo que desemboca en arrugas, adelgazamiento de la piel y capilares visibles en zonas fotoexpuestas.

¿Quieres decir todo esto que si no usamos protector solar no va a servir de nada el resto de los tratamientos que apliquemos a diario?

Más o menos. Digamos que estamos obviando el ingrediente principal.

Pero, además, por mucho que sí tengas interiorizado el uso del protector solar, hay partes del cuerpo que quedan desprotegidas sin darnos cuenta, como las manos. 

Las manos delatan muy bien la edad de las personas.

Nuestra piel está sometida a multitud de agresiones y si encima incluimos las malas prácticas, los daños serán irreversibles.

No obstante, ahora que ya tienes los imprescindibles claros, estás lista para reformular tu rutina si es necesario y sacar todo el potencial a tu tratamiento y a tu piel sin pecar de fallos.

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