Piel sensible: Así debes cuidarla
Los datos son contundentes: más de un 60% de las mujeres identifica tener una piel sensible.
Una tendencia en alza a nivel mundial.
La piel sensible es una condición cutánea que se caracteriza por reaccionar de forma desmesurada frente a los estímulos externos cuando en condiciones normales no afectaría de forma negativa para la piel.
Este estímulo puede ser el frío, el estrés, la contaminación o un jabón facial porque muchas veces es simplemente la consecuencia de la aplicación de productos no adecuados, no aplicarlos de la manera correcta o de no tener una rutina de cuidado facial (higiene, hidratación, fotoprotección) bien establecida.
¿Cómo reconocer una piel sensible?
La piel sensible puede manifestarse de diferentes maneras y existen distintos grados de sensibilidad y umbrales de tolerancia a los factores que la afectan.
Los síntomas más frecuentes son sensación de picazón, hormigueo o tirantez. A veces, estos síntomas se traducen en signos clínicos leves y transitorios como enrojecimiento de la piel, xerosis (sequedad), habones (ronchas) o descamación.
Además, una piel sensible es también la que presenta patologías como la rosácea o la dermatitis atópica.
¿De dónde proviene esta sensibilidad de la piel?
Existen dos factores principales que causan la intolerancia de la piel:
- Las pieles sensibles sufren una alteración en su función barrera protectora. Este fenómeno favorece la pérdida de agua, por lo que la piel se deshidrata y facilita la penetración de agentes potencialmente irritantes.
- Las pieles sensibles sufren una secreción excesiva de ciertos neurotransmisores a través de las terminaciones nerviosas superficiales. Secretan más citocinas (sustancias secretadas por las células de la piel), que promueven los procesos inflamatorios. Estas secreciones son el origen de sensaciones desagradables que experimentan las personas con pieles sensibles.
¿A quiénes afectan?
Tener la piel sensible es realmente frecuente. ¡Afecta a 1/3 de la población adulta!
El 60% de las mujeres sufren esta condición en mayor medida que los hombres, que representan el 40%. Por motivos genéticos algunas pieles tienen mayor predisposición a la sensibilidad que otras. Solemos ver esta predisposición en pieles claras, aunque el color de la piel no tiene nada que ver con el grado de sensibilidad.
La frecuencia con la se presenta este problema muestra, sin embargo, una tendencia a disminuir con la edad.
¿Qué estímulos pueden causar sensibilidad?
- Físicos: radiación UV, cambios bruscos de temperatura, viento, calor o frío…
- Químicos: productos de higiene y cosméticos, exfoliantes químicos, jabones, aguas del grifo o del mar, afeitado…
- Psicológicos: estrés, ansiedad…
- Hormonales: el ciclo menstrual, menopausia…
- Factores internos: alimentos muy condimentados…
Limpieza facial para prevenir la sensibilidad
Las personas con la piel sensible en ocasiones descuidan realizar una limpieza facial profunda con la falsa creencia de que es un paso de la rutina que va a producir más sensibilidad.
Pero sabemos que no es así: una limpieza facial con productos adecuados ayudará a mejorar la función barrera de la piel.
La piel representa el órgano más grande de nuestro organismo y, como tal, cumple una función protectora y de regulación de la temperatura corporal fundamental.
Cuando esta función protectora se altera, la piel no es capaz de mantener su hidratación natural y presenta problemas de tolerancia. El microbioma (conjunto de microorganismos presentes en la superficie de nuestra piel) forma parte de este equilibrio.
Realizar una limpieza facial no agresiva va a permitir mantener nuestra función barrera intacta.
La capa externa de nuestra piel conocida como estrato córneo es como una pared de ladrillos. Estos representan las células de nuestra piel y el cemento equivaldría a los lípidos o aceites naturales de nuestro cutis.
El estrato córneo está habitado por un colectivo de microorganismos, conocidos como el microbioma de la piel. Este ayuda a mantener la estructura de la pared de ladrillo mediante el mantenimiento de su pH idóneo.
Estos microorganismos también juegan un papel crucial en el sistema inmunitario de la piel consiguiendo evitar la entrada de organismos patológicos y, por tanto, evitando posibles infecciones cutáneas.
Por este motivo es fundamental conocer la formulación de los productos que incluimos en nuestra rutina diaria.
Organic Powder Cleanser es ideal para pieles sensibles porque reúne dos características: es capaz de eliminar con eficacia restos de secreciones sebáceas, contaminación y maquillaje, pero al mismo tiempo es respetuoso con nuestra piel y no daña la función barrera que desempeña.
Es más, su complejo Bioma Protect de prebióticos y postbióticos de origen vegetal equilibra la microbiota de la piel sin eliminar las bacterias saludables que contribuyen a una piel sana y perfecta.
Este limpiador con 99% activos naturales, sin sulfatos y sin perfume reduce irritación y fortalece las defensas naturales de la piel.
Hidratación: mimos para tu piel
Los productos ad hoc son los más suaves y emolientes que encuentres, aquellos que eviten la pérdida de agua y que contengan ingredientes hidratantes naturales testados dermatológicamente para pieles sensibles.
La hidratación es fundamental para preservar la salud de la piel y más en una piel sensible que ya está comprometida.
La piel es un órgano metabólicamente activo que para mantener su elasticidad y conservar la integridad de su función barrera necesita agua como componente esencial.
La barrera cutánea funciona como un escudo protector que absorbe y mantiene la humedad para prevenir la deshidratación. Cuando esta hace su trabajo habitual todo está ok, pero cuando la barrera cutánea se rompe, la piel intenta regularizar su hidratación interior constantemente, acción que puede tener dos desencadenamientos opuestos: producción excesiva de sebo o sequedad extrema.
Los diferentes agentes que alteran esta capa y la dañan generan “agujeros o fugas” que permiten que diferentes agresores puedan comprometer la piel, dejando que pierda humedad, que entren bacterias, se produzca hipersensibilidad…
Al considerar la piel como un ecosistema y actuar sobre los orígenes y las causas de la piel sensible las cremas de Natana dan a la piel la capacidad de defenderse mejor. La piel recibe el impulso que necesita para fortalecerse y resistir eficazmente a los agentes irritantes y vivir en armonía con nuestro entorno.
Proporciona una extrema hidratación de manera instantánea y mantenida para asegurar los niveles hídricos óptimos.
La niacinamida además, tiene en cuenta las necesidades específicas de la piel sensible aportando un potente carácter antiinflamatorio y anti rojez, además de potenciar la función barrera.
Acción a la que también se suma el beneficio de Lees Concentrated, nuestro activo propio, que dibuja un escudo protector frente a las agresiones externas.
Piel hidratada, calmada y protegida.
Lo más fácil para una piel sensible es redoblar la hidratación e incorporar en tu rutina dos remedios altamente hidratantes. Además, llegado el invierno, sería una imprudencia no añadir entre tus cuidados un serum con ácido hialurónico. Sobre el rostro limpio actúa como un imán que retiene la humedad.
Ultimate Serum es tu aliado en este caso. Ácido hialurónico combinado con la misma Niacinamida que actúa como desensibilizante y calmante.
Además, en las pieles sensibles es aconsejable exfoliar con regularidad, pero con mimo. Este serum incorpora un renovador celular suave de uso diario.
Busca maquillaje "limpio"
No intentes cubrir demasiado la piel, ni siquiera las zonas más propensas a las rojeces.
Un truco es cubrir solo las áreas más problemáticas y luego difuminar bien el producto para darle a la piel un brillo natural.
Como en las pieles con rojeces el colorete puede ser peliagudo, recomendamos probar un pigmento muy suave o coloretes en crema porque permiten controlar mejor la saturación. Es mejor concentrar el rubor en la parte alta del pómulo y fundir con sutileza el tono para que imite un rubor natural.
Protege tu piel y no la dejes vulnerable
Debemos proteger nuestra piel TODOS LOS DÍAS DEL AÑO, pero si tu piel es reactiva y sensible debería ser tu mantra.
Fotoprotector y antioxidantes sí o sí en todas tus rutinas.
En lugar de dejar que la piel sensible controle tu día a día, toma las riendas y gestiona tu propia vida. Tu piel te seguirá.