Article: Octubre, el mes del Conscious Reset en NATANA: nuevas rutinas para evitar los errores en tu skincare

Octubre, el mes del Conscious Reset en NATANA: nuevas rutinas para evitar los errores en tu skincare
“Tu piel también necesita un reinicio consciente.”
Volvemos al trabajo, a los horarios y a la rutina que habíamos dejado atrás durante el verano. Pero también es el momento en que la piel nos pide equilibrio: recuperar la hidratación, la luminosidad y la armonía que se pierde con el exceso de sol, calor y descuido.
Tu piel tiene vida propia. En su superficie habita un ecosistema invisible: la microbiota cutánea, formada por millones de microorganismos que la protegen, reparan y mantienen en equilibrio.
Cuando está en armonía, la piel se ve más sana, luminosa y resistente.
Cuando se altera, aparecen los problemas: irritación, sequedad, sensibilidad o imperfecciones.
Por eso, esta vuelta a la rutina es la oportunidad perfecta para hacer un Conscious Reset y devolverle a tu piel su equilibrio natural, empezando por evitar los errores más comunes.
La ciencia detrás del Conscious Reset de NATANA
Consciente de ello, en NATANA hemos querido ser pioneros en la introducción de dermocosméticos que trabajan con la piel, no contra ella.
Así nace nuestro complejo BIOMA PROTECT, un exclusivo equilibrio de PREbióticos y POSTbióticos diseñado para mantener la microbiota cutánea en armonía y reforzar la función barrera.
Si la microbiota está desequilibrada, aunque restauremos la barrera cutánea, los síntomas de deshidratación y sensibilidad volverán a aparecer.
Por eso, es fundamental cambiar el enfoque: para tener una piel bonita, primero debemos tener una piel sana.
Cómo hacer tu Conscious Reset (y evitar los errores más comunes)
1. Saltarte la limpieza (mañana y noche) o hacerlo de forma agresiva
No limpiar el rostro cada día —o hacerlo con productos inadecuados— puede eliminar las bacterias buenas que lo protegen.
La limpieza es un gesto esencial, pero debe hacerse con suavidad y respeto.
Opta por fórmulas sin agua añadida, que mantengan el pH natural y respeten la microbiota cutánea.
Tu piel no necesita “empezar de cero” cada noche; necesita mantener su equilibrio biológico.
En NATANA, el Organic Powder Cleanser —formulado con un 99 % de ingredientes naturales y sin agua añadida— limpia con delicadeza y pureza, preservando la microbiota cutánea y reforzando la función barrera.
2. Empezar tu rutina sin lavarte las manos
Las manos son el principal vehículo de bacterias y microorganismos.
Cada día tocamos superficies, dispositivos, dinero, animales… y si no las lavamos antes de aplicar los productos, toda esa suciedad termina en el rostro, pudiendo provocar acné, rojeces o desequilibrios.
Antes de comenzar tu rutina, lava siempre tus manos con agua y jabón.
Es un gesto sencillo, pero esencial para mantener la piel limpia y protegida.
💡 La diferencia entre una rutina correcta y una eficaz está en los pequeños gestos.
3. Usar la misma toalla para cuerpo y rostro
¿Usas la misma toalla para la cara y el cuerpo? ¿O la compartes? Error.
Cada persona tiene su propia microflora cutánea, y cada zona del cuerpo su equilibrio natural. Utiliza siempre una toalla individual y exclusiva para el rostro, y cámbiala cada dos días.
Mantenerla limpia y seca evitará que proliferen bacterias u hongos que puedan alterar tu piel.
💧 Un tejido limpio es el mejor aliado de una piel sana.
Las toallas húmedas son el entorno perfecto para bacterias y hongos.
Si cambiamos las sábanas una vez a la semana, imagina lo que ocurre con una toalla que usas a diario.
Lávalas con frecuencia —idealmente cada dos días— y asegúrate de que se sequen completamente antes de volver a utilizarlas.
🌿 La higiene también forma parte del equilibrio de tu piel.
4. Usar protector solar solo en verano
La radiación UVA está presente todo el año, incluso cuando no hay sol visible.
Además de proteger contra el fotoenvejecimiento, el SPF diario ayuda a mantener la microbiota estable, reduciendo el estrés oxidativo.
👉 El protector solar no es solo antiedad: es salud para tu piel viva.
5. Cambiar constantemente de productos
Tu microbiota necesita estabilidad.
Cada vez que cambias de producto o de rutina sin dejar tiempo de adaptación, alteras su equilibrio.
Menos productos y más coherencia.
Elige productos que trabajen en armonía con tu piel y dale tiempo para responder.
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Limpiador facial |
Loción exfoliante diaria
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Pack Microbiota Protect
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6. Crea un entorno favorable
- Tu piel no vive aislada: el entorno también influye.
- Lava las brochas de maquillaje semanalmente.
- Cambia la funda de la almohada cada pocos días.
- Evita manipular el rostro a lo largo del día.
Son pequeños gestos que tu microbiota agradecerá.
Tu piel no necesita diez productos, necesita coherencia, respeto y constancia.
Cuidarla es cuidar el ecosistema que la mantiene viva.
Haz de octubre el mes en el que vuelves a ti, y tu piel lo reflejará: más equilibrada, más luminosa, más viva.
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