¿Cómo cuidar una piel con rosácea?

De todos los tipos de piel que existen, quizás aquellas que padecen rosácea son las que más cuidado e intención deben poner en su rutina de belleza. En España la rosácea afecta a 4 millones de personas, siendo más común entre las mujeres (una proporción de casi 3 a 1 respecto a los hombres) mayoritariamente en edades entre los 30 y 50 años. 

Incluso a la hora de escoger un maquillaje, hay ciertas cosas a tener en cuenta para evitar empeorar el estado de la piel.

¿Qué es la rosácea?

La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, muy frecuente, que afecta al rostro produciendo enrojecimiento y sarpullido con aspecto de acné, sobre todo en la zona central (mejillas, frente, nariz, alrededor de la boca y mentón).

También aparecen pequeñas líneas rojas debajo de la piel, que son dilataciones vasculares, es frecuente la inflamación de la nariz y el enrojecimiento e incomodidad en los ojos.

Cada persona puede presentar una combinación de estos síntomas o solo uno.

¿Cómo detectar si tienes la piel con rosácea?

Existen hasta 4 tipos de rosácea, pero lo más importante para tratarla es acudir al dermatólogo cuando empieces a detectar síntomas como tener la sensación de enrojecimiento y ardor en el rostro.

El escozor también es uno de ellos. Incluso cosméticos muy suaves pueden causar picazón en la piel, lo que está relacionado con el deterioro de la función barrera.

La piel también puede tener apariencia seca. La razón de esto es debido a toda la inflamación que tiene lugar, lo que significa que la renovación de las células de la piel es mayor y es señal de resequedad superficial.

Algunas personas también presentan algo de hinchazón 

¿Por qué se produce la rosácea?

Si bien las personas con rosácea están genéticamente predispuestas a esta afección (un 40% de los pacientes con esta enfermedad tiene algún familiar que también la padece), hay una serie de factores que la provocan.

Las personas con rosácea tienen una peor inmunidad de la piel y son propensas a tener una respuesta inmune (y sufrir inflamación) por cosas que podrían no molestar a la piel de otra persona.

La radiación ultraviolada, por ejemplo, provoca una respuesta inflamatoria en las personas con rosácea.

También cabe mencionar a los minúsculos ácaros demodex que viven en las glándulas sebáceas de nuestra piel como un problema inflamatorio para las personas con rosácea. Y luego está la hiperactividad vascular, que es parte de nuestra respuesta simpática (incontrolable) y provoca respuestas como sonrojarse.

Esta patología se asocia pues a anomalías del sistema vascular y el sistema inmunológico ya que, cuando se sufre rosácea, los vasos sanguíneos se dilatan con mayor facilidad causando enrojecimiento e inflamación anormal de la piel. Existen genes encargados de proteger a la célula del estrés oxidativo. En el caso de las pieles con rosácea, en vez de ejercer esta protección completa lo hacen de una manera más débil, lo que conlleva a que las células vean reducida su capacidad de protegerse.

¿Qué factores externos propician un brote?

Aunque estos factores no provocan la aparición de la rosácea, sí pueden ser los desencadenantes de un brote o pueden agravarlo.

  • Fuertes cambios de temperatura: el enrojecimiento de las pieles con rosácea empeora con el frío. Las bajas temperaturas provocan un aumento de la vasodilatación de los capilares cutáneos para aportar más sangre y así mantener la temperatura de la piel. Respecto a los cambios bruscos de temperatura, pasar de frío a calor puede ocasionar una vasodilatación aguda de la piel que se traduce en enrojecimiento, sofoco e incluso escozor.
  • Estrés: una situación de nervios o ansiedad puede provocar que el flujo sanguíneo se incremente de forma brusca, provocando el enrojecimiento.
  • Exposición al sol: los pequeños vasos sanguíneos, responsables del enrojecimiento de la cara se dilatan con la exposición solar y se hacen más visibles, lo que empeora el aspecto de la rosácea.
  • Alimentación: los platos copiosos, los alimentos azucarados o picantes o el consumo de alcohol, té o café, elevan la temperatura del cuerpo y estimulan la vasodilatación, lo que puede desencadenar o empeorar los signos de la rosácea.

Establece 6 pautas básicas que pueden ayudar a prevenir la aparición de futuros brotes

  1. Identificar los desencadenantes y evitarlos (el calor, el ejercicio físico, la ingesta de alcohol,…
  2. Iniciar un tratamiento precoz, ya que si no se ataja desde el principio la evolución es más severa y difícil de controlar.
  3.  Hidratar la piel a diario.
  4. Evitar productos irritantes (exfoliantes, limpiadores demasiado agresivos, …)
  5. Utilizar fotoprotector solar.
  6. Utilizar productos adecuados para nuestra piel.

En este tipo de pieles la simplicidad es clave.

Sólo necesitamos 4 pasos esenciales:

Rutina de belleza de una piel rosácea

PASO 1_UNA BUENA LIMPIEZA con ORGANIC POWDER CLEANSER

Este limpiador de alta tolerancia realiza su función sin desequilibrar el ecosistema de la piel.

Su valor añadido que hace que sea nuestra primera opción es la incorporación del complejo BIOMA PROTECT, un conjunto de postbióticos y prebióticos que van a reforzar y estimular la función barrera comprometida en este tipo de pieles al equilibrar el microbioma de la piel.

Controla los picos de grasa de este tipo de pieles sin ser astringente ni resecar y desensibilizar la reactividad excesiva.

Recuerda no aclarar con agua ni muy fría ni muy caliente y secar a toques, sin frotar, con una toalla de algodón.

Evitar saunas o los baños con altas temperaturas.

PASO 2_UN TRATAMIENTO ESPECÍFICO prescrito por un facultativo.

En caso de ser necesario, aplicar en las zonas afectadas un tratamiento tópico específico para la rosácea pautado por el dermatólogo, por ejemplo, una crema antibiótica.

PASO 3_HIDRATACIÓN con ABSOLUTE DEFENSE CREAM

Hidratación específica que contenga componentes que además de hidratar, calmen la piel, reduzcan las rojeces.

Esta crema de textura ligera y fácil absorción incorpora nuestro activo de hidratación intensiva Pact20 con un efecto inmediato que se mantiene lineal durante 24 horas de manera sostenida, con acción acumulativa e incluso con un efecto de reserva manteniendo los niveles óptimos de hidratación 7 días después de suspender su aplicación.

¿Su valor añadido? Incorpora la Niacinamida, activo específico en este tipo de pieles ya que aporta una excelente tolerancia por su acción antiinflamatoria con múltiples beneficios demostrados. Además, mejora la función barrera y la hidratación pues aumenta la producción de ceramidas y ácidos grasos y disminuye la pérdida transepidérmica de agua.

Tiene capacidad antirojez y además controla la seborregulación.

La niacinamida es un gran aliado de las personas con rosácea.

La guinda es que esta crema también regala la protección de los antioxidantes para que esta piel más vulnerable tenga un escudo protector extra.

PASO 4_FOTOPROTECTOR

Es la piedra angular para el cuidado de la piel de absolutamente todas las rutinas, pero en el caso de pieles con rosácea todavía mucho más ya que la radiación es uno de los desencadenantes de los brotes que empeoran el confort de la piel.

 

Si bien no tiene cura, conocer qué ingredientes pueden ayudarla, cuáles deben evitar a toda costa, saber qué cosméticos pueden ser el perfecto salvavidas ante un brote leve, es esencial,

  

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