Cómo cuidar tu piel tras una exposición al sol

Sabemos protegernos, pero se nos olvida acabar el ritual del sol por la puerta grande: con un buen cuidado aftersun. Si es porque aún no tienes claro qué es lo que se consigue, te lo contamos.

Por suerte todos somos más conscientes de la importancia de utilizar factor de protección para cuidarnos y cuidar nuestra piel durante las exposiciones solares.

Lo que no tenemos tan claro es por qué debemos terminar el ritual después de un baño de sol.

Te explicamos nuestro truco Natana porque si crees que con aplicar el fotoprotector antes de poner un pie en la playa o la piscina basta, vas camino del envejecimiento prematuro.

Después de seguir la regla número uno del cuidado cutáneo con tu fotoprotector, para mantener a salvo la piel de manchas, deshidratación y arrugas, hay otra regla de oro para mantener la salud y juventud de tu piel: reparar los daños.

Tras la exposición al sol, tu piel está más vulnerable y no vale cualquier hidratante.

Más de la mitad de las españolas confiesan que suelen tener reacciones en la piel cuando se exponen al sol. Y hay más datos: el 51% afirma que suelen notarse más manchas en la piel al finalizar el verano y el 60% confiesa que se quema la piel (por lo menos una vez), durante la temporada.

Con estas cifras es evidente que la piel del rostro sufre demasiado durante el verano y si no la cuidas como es debido, tendrás consecuencias si o si.

¿Qué provoca la exposición al sol?

La radiación UV estresa la piel provocando una pérdida de agua y una consecuente sensación de tirantez.

Además, la radiación solar, específicamente la fracción UVA, provoca que las fibras de colágeno y elastina se degraden (fenómeno que se denomina elastosis solar), comenzando el proceso de envejecimiento.

Por tanto, la función de nuestro tratamiento post sol tiene que lograr que la piel recupere su hidratación, bajar la inflamación e incluso reparar el daño oxidativo.

La solución para conseguir potenciar los beneficios del sol

La salud de la piel, su aspecto y la duración de tu bronceado dependen de ti. Debemos extremar los cuidados post solares para mantener una piel saludable y bonita.

Los baños de sol nos recargan de energía, mejoran nuestro estado de ánimo y nos ayudan a sintetizar la tan necesaria vitamina D. Incluso pueden ser beneficiosos para algunas afecciones cutáneas como la dermatitis cuando la piel se expone al sol, fuera de las horas centrales del día y con la protección adecuada.

¡Por no hablar de ese bronceado que tanto nos gusta! Pero el bronceado en realidad es un mecanismo de defensa de nuestra piel en respuesta al daño que le produce el sol.

De ahí la importancia de cuidar y proteger la piel no solo durante la exposición al sol, sino tras ella.

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Además de su textura fluida y refrescante de rápida absorción:

REHIDRATA LA PIEL

La elasticidad y su función protectora, como primera barrera, dependen principalmente de la hidratación. Una piel sana tiene entre un 10% y un 20% de agua en la capa más superficial. En la capa inferior, la dermis, la presencia de agua supone otro 10% y es esta capa la que da a nuestra piel un aspecto saludable y terso.

Cuando cae por debajo de este nivel la piel se vuelve frágil, áspera y tiende a sufrir lesiones con mucha más facilidad.

El sol y la falta de agua son los principales enemigos de la deshidratación. Y en esta época tendemos a buscar el bronceado y abusamos sin piedad de nuestra piel.

Podemos beber agua y tomar alimentos ricos en vitaminas. Pero aunque bebamos mucho, la piel no suele recibir el aporte necesario para compensar el exceso de radiación solar.

Es aquí cuando más necesario se hace el uso de un buen producto hidratante como tratamiento después del sol.

El activo de origen natural concentrado PatchH2O aporta un alto poder hidratante preservando y recuperando los niveles de hidratación más de 24 horas, al mismo tiempo que consigue mantener una reserva de esta hidratación en piel para tener siempre unos buenos niveles hídricos.

CALMA Y DESENSIBILIZA

La niacinamida le confiere un potente carácter antiinflamatorio y antirrojez para reconfortar la piel mejorando la función barrera (la primera línea de defensa).

Al mismo tiempo que nuestro activo propio Lees Concentrated regala sus propiedades protectoras del sistema inmunológico y la piel.

REPARA EL FOTOENVEJECIMIENTO

Su activo de gran carácter antioxidante evita la acción de los radicales libres y regenera los daños provocados por la oxidació celular que potencian el envejecimiento.

Así consigue minimizar la aceleración del proceso natural de envejecimiento debido a una exposición prolongada y constante del sol.

La piel está expuesta a numerosos enemigos que contribuyen a potenciar un envejecimiento prematuro: la contaminación, el tabaco, los cambios hormonales…Sin embargo, la radiación solar es sin duda, uno de sus mayores adversarios ya que es el causante principal del envejecimiento.

De la misma manera la niacinamida se suma a este carácter antioxidante y activa la producción de colágeno. Menos arrugas, más hidratación y elasticidad al trabajar de manera gobal para una piel más jugosa y sana, con arrugas más atenuadas.

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Disfruta del verano sin que el sol, la sal del mar o el cloro de la piscina se traduzcan en un rostro de aspecto mate y con poca elasticidad.

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